Author Archives: Moebius Consulting
(Español) ¿Será capaz la nueva banca de convertir una cigarra en hormiga?
Durante los últimos 10 años, en las empresas la comercialización de los productos se ha convertido en una carrera de campañas, ofertas, productos novedosos, etc. Se ha tratado de conseguir los objetivos de ventas, de rentabilidad, de captación de clientes, lo más rápidamente posible, sin pararse a evaluar detenidamente si esa política sería sostenible en el medio y largo plazo. Se era o se es cigarra en vez de hormiga.
Pero de mi experiencia me surgen las siguientes preguntas: ¿Se puede generar una excesiva dependencia de una imagen de marca esencialmente centrada en “LA OFERTA”, y por consiguiente, precios bajos y muy bajas rentabilidades por producto? ¿Qué pasará cuando pase el “otoño” y llegue el “invierno”, si no hemos almacenado suficientes víveres en la época de bonanza? Una vez captado el cliente con las campañas “irrenunciables” basadas en producto y sólo producto, ¿tenemos servicios post venta también excelentes para mantener al cliente frente a la llamada de la “música de otras cigarras”? ¿Son conscientes los empleados de las empresas de lo importante que es la rentabilidad sostenible para estar implicados en su consecución?

Foto: Pinterest
Banca de producto VS banca de cliente
La banca no ha sido ajena a estas políticas y, como consultor especializado en el negocio bancario, creo que se tiene que priorizar la gestión de la rentabilidad sostenible como vena central del negocio, evaluando las distorsiones que me va a producir, por qué de hecho lo va a hacer, la conocida como “banca de productos”. Ésta es la modalidad de banca dónde se prima la “colocación” del producto sobre la adecuación a las circunstancias del cliente, dónde se está centrado en la venta según las “campañas”, dónde las oficinas bancarias son meros centros administrativos en lugar de un lugar dónde encontrar consejos financieros…
Desde mi modesta opinión, el cumplimiento de estos presupuestos y la consecución de campañas apoyan la consecución de objetivos, pero no trabaja de forma estructural la sostenibilidad y rentabilidad de las oficinas a medio plazo como sí lo hace la banca de cliente. Hay que conseguir trabajar en verano y almacenar las provisiones para el largo invierno, y no sólo cantar y jugar como hacía la cigarra. El propósito es hacer del cliente el centro de toda la actividad y hacerlo con calidad. Calidad percibida por el cliente final, y no en función de ciertos estándares marcados por un departamento. Es evolucionar a una banca especialista donde el cliente es el centro, así el catálogo de productos y servicios será el adecuado para cada tipo de clientes.
Nuevas metodologías, nuevos resultados
Como dijo Albert Einstein: «Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo“. Por todo lo anterior, y con el objetivo de aplicar la enseñanza de la fábula de La Fontaine “La Cigarra y la Hormiga”, creo necesario incorporar al día a día metodologías de trabajo y herramientas que favorezcan una gestión integrada y sostenible de la rentabilidad:

Albert Einstein (Pinterest)
- Una vez identificadas las palancas para alcanzar los resultados definidos por el plan estratégico, la Formación se tiene que orientar a la integración de su análisis y su implantación, a través de una hoja de ruta a medio plazo que trabaje la sostenibilidad de la rentabilidad, sin olvidar las sistemáticas básicas de gestión a realizar con el equipo.
- Los gestores de clientes deberán de profundizar en la Especialización, consiguiendo así mayores contactos, mejor dirigidos y sobretodo de calidad superior. La entidad financiera, por ende, mejorará su ratio de eficiencia, reducirá los tiempos de comercialización de operaciones, incrementará el volumen de operaciones y evolucionará con las tendencias de mercado o, mejor aún, las creará.
- Potenciar la Inteligencia Emocional y Comercial: Hay que anticiparse a los deseos/necesidades del cliente, para que todo lo que hagamos por él lo perciba como bueno, y le sea útil.
- Segmentar a los clientes por otros criterios más innovadores basados en la experiencia pasada, pero con alta probabilidad de suceder en el futuro como, por ejemplo, empresas que puedan internacionalizarse, operaciones que normalmente van ligadas con posteriores cancelaciones de productos, e incluso, con el alejamiento progresivo del cliente…
- La Omnicanalidad como eje central de la banca relacional, sin que importe el medio a través del que se interacciona; además de crear una experiencia integrada de cara al usuario.
- Contextualizar la situación del cliente dentro de la cadena de generación de valor en la relación con la entidad: atraer, captar, vincular y, finalmente, retener. Como dijo un gran banquero: “El valor de esta empresa es la suma de los clientes estables”.
- Revisar los Procesos: Últimamente los directores de las oficinas bancarias me cuentan que se pasan el día reconciliando hojas Excel. Hay que hacerse esta pregunta: en la era de la información, ¿a qué dedica la gente su tiempo?: haciendo reportes del reporte… Las personas apoyadas por la tecnología se dedicarán a aquello que aporta valor, lo que se traduce en: tomar decisiones, ocuparse de los procesos no repetitivos y relacionarse con los clientes, poder dedicar su tiempo a extraer conclusiones valiosas para su día a día, para poder realizar planes de acción eficaces tanto a corto como a medio plazo. Dar respuesta inmediata a peticiones y solicitudes de los clientes, disponer de productos económicos desarrollados y puestos en el mercado a gran velocidad, ofrecer soluciones end to end, son ejemplos de la mejora en los procesos, si queremos conseguir una gestión de la rentabilidad con el objetivo que está sea sostenible a medio y largo plazo.
Concluyendo con la moraleja de la fábula para nuestro negocio bancario: “Si ahora tienes la oportunidad de hacer algo rentablemente sostenible, no la desperdicies porque si la dejas pasar, después será muy tarde y difícilmente podrás”.
Javier Pérez Tejero
Consultor sector financiero.
(Español) Desarrollo de liderazgo, ¿mucha competición y poco entrenamiento?
Jim Loehr y Tony Schwartz desarrollaron en la Harvard Business Review los puntos en común y las diferencias entre los deportistas de competición y los directivos. Ambos deben mostrar alto rendimiento en contextos de alta presión y cambio acelerado. Leer más
(Español) Nuevos modelos de formación en Contact Center
Cuando me propusieron desde Moebius que colaborase con ellos como consultor, aplicando mi experiencia en el sector de Contact Center a los itinerarios formativos que diseñásemos e impartiésemos, lo primero que hice fue analizar el sector y su evolución a través de mi propia trayectoria profesional desde aquel lejano año 1999 cuando comencé a trabajar en Estratel, hoy en día, Atento. Leer más
(Español) El Desarrollo de la Competencia Financiera. Reto educativo y empresarial.
Uno de cada seis jóvenes españoles de 15 años (16,5%) tiene dificultades para resolver asuntos financieros sencillos en desarrollo, tales como entender una nómina, priorizar gastos domésticos o comparar el precio de dos ofertas comerciales. Ésta es una de las conclusiones del Programa Internacional de Evaluación Internacional de Alumnos (PISA) 2012 de la OCDE, que se presentó durante el pasado mes de julio, y que mide, por primera vez de manera específica, la competencia financiera.
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(Español) Índice de Eficacia del Manager. Una manera comprometida de procurar que las cosas cambien.
Como consultora de gestión del cambio que somos, en numerosas ocasiones nos enfrentamos al reto de intentar que, una determinada organización, haga las cosas de una manera distinta a como se venían haciendo.
Para ello, normalmente desplegamos programas donde se forma, informa y se trabaja en el cambio de hábitos y formas de hacer, de acuerdo a un determinado nuevo go to market, proceso o estilo de dirección a implantar. Leer más
(Español) ¿Cómo se debe entrenar a un KAM?
En los últimos años hemos asistido a una gran revolución en la formación, no sólo con la llegada de las nuevas tecnologías y los nuevos conceptos, sino con la llegada de nuevas necesidades. Los cambios que se han producido en los ámbitos comercial y social han provocado que no paremos de oír la expresión “renovarse o morir” y es lo que, con un goteo incesante, vemos los formadores: profesionales que deben renovarse o se verán arrastrados por las nuevas exigencias empresariales.
Es lo que ha ocurrido con los Key Account Managers (KAM), cuyo papel ha ido modificándose, aunque su función sigue siendo la misma.
Sus nuevas necesidades
La respuesta a la pregunta de cómo formarlo no es sencilla porque obedece a una serie de reflexiones derivadas de las nuevas características del propio puesto. El KAM ha pasado de vender y negociar con unos técnicos que veían las cualidades y eran capaces de visualizar el valor real del producto ofertado a tener que enfrentarse a una nueva realidad: que la decisión final la toma el departamento de compras de la cuenta el cual, a pesar de tener en cuenta los informes de los técnicos sobre cuál es el mejor servicio, busca siempre la eficiencia económica. De esta manera las “oportunidades” del KAM se han reducido drásticamente, sobre todo en el sector servicios, porque su esfuerzo ya no debe centrarse en saber vender el producto y negociar las condiciones del contrato, sino en hacer cálculos para convencer a un departamento que trabaja con la calculadora en la mano.
Be water, my friend
Vendría a ser como jugar al ajedrez contra una máquina; ella dispone de toda la información y tú sólo tu capacidad para buscar y encontrar un hueco por el que poder avanzar y dar jaque mate a tu adversario tecnológico. Y en la que encima no eres el único ávido jugador en querer vencer a la máquina, sino que tienes contrincantes que buscan el mismo objetivo.
Así que el KAM debe centrarse ahora, en lugar de en negociar, en encontrar el hueco; para ello debe tener un amplio conocimiento de la cuenta y de la empresa, así como de su propia competencia para estudiar todos los movimientos que puede encontrarse sobre el tablero y actuar consecuentemente. Porque habrá ocasiones en que no importará perder una pieza si supone ganar la partida, pero siempre que se trate de un peón, porque perder a la reina no es nada interesante.
(Español) La ejecución no es sexy
En nuestros días sobran buenos planes. Cada uno de nosotros tiene buenas ideas o proyectos que no llevamos a cabo por falta de tiempo o por no encontrar el momento oportuno. En las empresas o curre lo mismo. No faltan ideas de innovación o estrategias sino la determinación o los recursos para llevarlos a cabo.
Las organizaciones potentes, las más exitosas son las mejores en “calidad de ejecución” Los mejores directivos son los que tienen la cualidad de “hacer que las cosas ocurran” Durante tres años tuve un jefe italiano que es de esos y su inspiración me ha animado a escribir este post. Los que estaban más cerca de él, en Milán, le llamaban “el Tsunami” pero nos ayudó a aprender y conseguir lo a otros les llevó al menos el doble de tiempo.
Ejecutar es más difícil que planificar y trataré de explicar mis razones:
- La ejecución de un trabajo resulta laboriosa y complicada. Las cosas siempre se pueden hacer mejor, más rápido con menos recursos. La buena idea es el flechazo inicial pero conseguir un buen matrimonio es otra cosa.
- La ejecución es un concepto ambiguo. Todo el mundo reconoce un trabajo bien hecho pero no es fácil explicar cuáles son las razones y menos anticiparlas.
- La ejecución no mola. Lo que de verdad resulta atractivo es la estrategia y por eso los alumnos de master quieren estudiarla y los profesionales que sus amigos se la validen en Linkedin.
También me gustaría atacar un falso mito relacionado con este tema. A menudo se piensa que las organizaciones pequeñas son las mejores en calidad de ejecución y para mí, nada más lejos de la realidad. Zara, Banco Santander o Mercadona son para mí referentes nacionales en hacer realidad sus planes de manera eficiente. A nivel mundial, destacaría el caso de IBM y su transformación en los 90 para conseguir pasar de un grandullón torpe a un gigante eficaz.
A estas alturas, os estaréis preguntando cuáles son las recetas para ser de los que hacen que las cosas ocurran o, dicho de otra forma, cómo es el “tsunami italiano” Creo que las claves son cuatro:
- Focalización: identificar los procesos y tareas clave para la empresa. ¿Cuáles son? Los que generan valor para los clientes y nos permiten conseguir o afianzar ventajas competitivas.
- Urgencia: hay que meter prisa a las tareas y los proyectos clave. Sí, he dicho prisa. Los plazos de tiempo alcanzables pero cortos generan estrés positivo y aumentan la calidad de ejecución. Las tareas tienen una propiedad gaseosa con respecto al tiempo y se expanden para llenarlo todo. Esa falta de tensión no favorece la calidad.
- Remuneración: no hay mejor indicador de prioridades que el sistema de objetivos e incentivos. Es asombrosa la falta de alineamiento que hay en algunas empresas entre el sistema de remuneración y la estrategia.
- Simplificación: “todo lo que no suma, resta” o en inglés “KISS” (Keep it simple, stupid) Si alguien en una reunión tiene que emplear más tiempo en que se entienda un gráfico en power point que en contar los beneficios que aporta, definitivamente, algo no va bien.
Por último me gustaría decir que la calidad de ejecución no es sinónimo de perfección. Como dije al principio, las cosas siempre se pueden hacer mejor pero estoy firmemente convencido de que muchas empresas que hoy en día tienen grandes ideas y estrategias deberían poner el foco durante un par de años en estas ideas para convertirlas en resultados.
Pedro Zorita
Moebius Consulting
(Español) Primer paso para la gestión del talento en una empresa: Romper el corralito
Muchas empresas pueden hacerse la siguiente reflexión: hasta ahora hemos gestionado el talento mediante iniciativas ad hoc y desconexas. Queremos empezar a hacerlo de manera estratégica y sistémica. ¿Cuál es el primer paso?. Os adelantamos una posible respuesta: romper el corralito de talento. Leer más
(Español) Joint value creation
1. Contexto Actual de Mercado.
Satisfacer las necesidades de los consumidores y clientes se ha convertido en el objetivo principal de la gran mayoría de fabricantes y distribuidores. Tradicionalmente la Creación de Valor, ha sido entendida por ambos el ofrecer servicios y productos diferenciados, algo que en el contexto actual de competitividad creciente , nuevas tecnologías y nuevos hábitos de consumo, no es suficiente.
La Creación de Valor en un entorno dinámico y cambiante puede alcanzarse haciendo que la función o característica de un producto o servicio sea único, mas que diferenciado.
El uso de nuevas tecnologías, plataformas y redes de comunicación, son herramientas indispensables para hacer un seguimiento de los cambios en los hábitos de consumo y del mercado en general.
Hoy en día tanto Fabricantes como Distribuidores han entendido que la generación de valor es algo que intrínsecamente le une y que va desde el desarrollo de producto, pasando por la cadena de suministro y acabando en los lineales ( virtuales o no) para responder de una manera eficiente a las necesidades de un consumidor mas complejo, mas informado y formado.
2. Plataforma de Creación Conjunta de Valor.
La Creación Conjunta de Valor- crecimiento a largo plazo y rentabilidad- ocurre cuando las compañías desarrollan un flujo continuo de productos y servicios que ofrecen beneficios únicos para un grupo determinado de consumidores. Esto implica que tanto fabricantes como distribuidores han de establecer procesos sostenibles de Creación de Valor que sean percibidos por las respectivas organizaciones como la única forma de mantener el liderazgo en el mercado, categoría o segmento de producto o servicio.
Establecer una visión y un objetivo común esponsorizados por el Top Management, organizar equipos multifuncionales fabricante-distribuidor que interactúen de una forma abierta y cooperativa, compartiendo experiencias datos y tecnología.
Algunos de los aspectos fundamentales de la Creación Exitosa de Valor comprende áreas:
a. Innovación de Productos y Procesos.
b. Creación de Equipos Multifuncionales fabricante-distribuidor y acordar una metodología de trabajo conjunta.
c. Conocimiento detallado y a tiempo real de las necesidades de los clientes mediante el uso de tecnología/sistemas de información compartiendo bases de datos y análisis de mercado.
d. -Establecer procesos claros de revisión de los objetivos acordados (scorecards).
e. -Reorientar/Reconfigurar la cadena de valor de fabricante y distribuidor.
f. -Elevar el “win/win partnership” de fabricante-distribuidor a empleados y proveedores de ambos.
3.- La Importancia de trabajar en la Creación Conjunta de Valor
Crear, Capturar y Comercializar el Valor representa la esencia de la gestión comercial moderna en un entorno que ha evolucionado del tradicional “win/lose” a “win/win” con un foco claro en responder de una forma eficiente a las necesidades de consumidores y clientes.
Es por lo tanto indispensable que las organizaciones comerciales de fabricantes y distribuidores establezcan una plataforma común de entendimiento basada en la Creación Conjunta de Valor ( Joint Value Creation) , pasando de la simple transacción comercial a una alianza estratégica fabricante-distribuidor.
Jesús Domínguez
Moebius Consulting.
(Español) Orzowei y el trabajo administrativo del vendedor
Igual te acuerdas de Orzowei, una serie muy famosa en los setenta. Si no te acuerdas eres muy joven, pero te lo resumo. Orzowei era un muchachote con el pelo extrañamente limpio y sedoso para estar en la selva africana, que siempre andaba corriendo de un lado para otro en un medio hostil, peleando con tigres, recibiendo zarpazos, dando pedradas a diestro y siniestro y todo eso que viene siendo habitual cuando en vez de nacer en Marketing naces en Ventas.
Lo que yo más recuerdo respecto a Orzowei son las recomendaciones que le hacían Enrique y Ana en su canción: ¡Corre muchacho ya! ¡No te detengas más!.
Si ahora yo, consultor, me encontrara con Orzowei en plena selva y le cantara una canción distinta que dijera algo así como: ¡No corras más, chaval, corre mejor! ¡Párate a pensar! y luego le intentara sugerir que para ello debería identificar objetivos, echar unos números, evaluar pros y contras antes de salir corriendo, Orzowei me miraría con cara extraña y me diría que eso es perder el tiempo en trabajo administrativo. Luego saldría corriendo de nuevo y se olvidaría de mí.
Pero Orzowei es el pasado, cuando aquello de vender (correr y correr) era más bien resolver un tema operativo que el resultado de una planificación, que no existía porque no hacía falta. Ahora estamos en otra época en la que el vendedor debe pasar de la idea de «hago lo que puedo» a la de «hago lo que planifico» y por eso «planifico con sentido».
Hace poco, un alto ejecutivo me decía que la burocracia introducida con nuestro Modelo de Eficacia en Ventas le aportaba más beneficios que costes. Pues bien, llamémoslo burocracia, trabajo administrativo o lo que queramos; pero, es necesario dejar de correr mucho para empezar a correr mejor y para ello el vendedor tiene que pararse a reflexionar para conseguir exactamente eso, que el tiempo invertido en pensar conduzca a mejores resultados y sea rentable. Y tiene que ser el vendedor el que diseñe el detalle. Necesitamos que los vendedores sean implantadores de estrategia de compañía.
En resumen, nadie nace organizado y el entorno viene a ser siempre hostil. Un buen modelo de atención comercial nos ordena y no debe buscar más tensión en la actividad, sino una mejor gestión del tiempo y del valor de la atención a los clientes que lo necesiten y cuando lo necesiten y además, debemos aprender que el tiempo de planificar no es trabajo administrativo, es parte muy valiosa de nuestro tiempo comercial y aporta valor a todos: ¡No corras más, chaval, corre mejor! ¡Párate a pensar!.
Enrique Gómez Salas
Moebius Consulting








